viernes, 3 de julio de 2020


Optó por desafiarse al espejo.
Aniquiló su falso fulgor
mofándose de su imagen
y esa burla implosionó en su pecho

Una risa confusa
atravesó la garganta del arlequín
delatando brotes de una tormenta
que trituraría los pilares de su humor

De algo no se hizo cargo,
histrionismo suicida en el acto

Se despojó del vicio que le antojó
expulsó sus sentimientos sin cacheo alguno,
y mermó el deseo, sin dejar rastros del ego.
Algo asoma.

viernes, 12 de junio de 2020

No hay un panteón


No hay un panteón en la casa, pero lo visito igual.
Me asomo y en la penumbra es todo silencio,
salvo los pasos que va dibujando mi mente
mientras hago cálculos de la profundidad que no veo.
Dejo de ser corpóreo.
Camino sobre mis piernas que no tengo, estiro mi mano
y dedos que no tengo intentando tocar el sonido.
Se escucha música sin ruido. Me despojo en el relajo.
No entiendo lo que pasa pero me pongo débil,
estoy bailando en el tiempo, como cuando era más grande,
como cuando era más joven.
Me compongo desencajado, sin distinguir en qué me convierto
mientras inicia un vaivén de imágenes fractales
que se interponen para atravesarme,
hasta que en un fragor termino bebiendo de sus esporas.
Todo tan rápido. Yo estático.
Abro los ojos y me veo corriendo perdido en el recuerdo de alguien,
me asusta que solo funcionen mis ojos. No hay nadie.
Entonces se manifiesta la necesidad de respirar,
acompañado de un aroma intenso poco agradable
que habilita al resto de mis sentidos a componerse y
mediante dignas acrobacias volver a la fraga que pertenezco.


viernes, 5 de junio de 2020

Mazmorra


Busco inspiración en la luna
pero no la encuentro
solo percibo una musa inconclusa

cruje un recuerdo como alerta
dejando sin efecto alguno
los pasos atisbados del trovador

así como la busco, la noche huye
recojo la inquietud de un eco
que ofrece una diáspora como respuesta

entonces me aferro a un salmo improvisado
a través de unos barrotes
presagiando, acompañado de candelas


sábado, 30 de mayo de 2020

A un recuerdo



En la estación corre una brisa
que dictamino con prisa,
ese balbuceo para quién lo quiera
ya no es bebida para mis orejas
como ojeras que se alejan del deseo de tregua

moderá lo que te eleves
como consejo, nostálgico barrilete,
toda esa escaramuza baila candente
pero fumigo donde aparece y se desvanece

la luna ya no es para cualquiera
yo no puedo despegarme de la tierra
el tren siguió, es solo una melancólica estación


martes, 26 de mayo de 2020

Chance de impulso


No es tampoco mi mejor época de poeta
es poco el impulso que mi musa me deja
no sé si pueda darte lo que tus pinceles
pero seguro puedo entregarte mis pieles
no creo en la neblina que algún perejil predijo
si hay camino cuando activo no escatimo
me acuerdo como fue, ni bien entró a ese bar
supe que su mirada no era para nada singular
entonces yo me dije, "no pibe, vos no fuiste,
pero por algo hoy quizás viniste"
espero que me diga hasta dónde pueda
y yo mirando como cada vez más lejos queda
aplico mis recursos pero veo que no alcanzan
bajando la balanza danza toda extravagancia
me siento rengo cuando digo algo y no prospero
pero como el perro siempre voy y vengo

Esos ojos no se dejarán manipular
es una presa disfrazada para cazar
a ver si por algún lado yo la estimulo
pero sin olvidar la cortesía y el disimulo
ella no es un hermosor, es desacato
tiene unas pupilas como luz de faro, parece afano
yo no me traigo esos aires de altanero, voy de reparto
y me desarmo por hacerle un retrato en un cuadro
tan imperfecto que en un sueño yo la alcanzo
me descalabro pero todo fue un engaño
sobreviviendo con el resto en el rebaño
como está la tarde pa' salir a ventilar
se pasa el año que más bien fue muy tacaño
tampoco tanto, ni digamos que haya hecho daño
pero es verdad que me hizo vacilar


sábado, 9 de noviembre de 2019


Para el problema que se presenta
usaré mis dedos, son los que me interpretan
y tal vez, contar, profundo y duro
todas las veces que reí y caí de culo
no sé cómo expresarme
no sé vivir sin tropezarme
todos los pasos que doy me quedo con hambre
dejando retazos de una mala siembra
y mi rigor siempre se expresa desahuciado
ya perdí la cuenta de sus idas y sus vueltas
como esa vez me dió una lección
pa que caminara de la manera correcta
que me rescata cada vez que ataca
esa resaca fantasma que me no rinde nada
perdido estoy en sus diademas de rumbos
no tengo mapa ni funciona mi linterna
no tengo luz para alumbrar por donde andar
pero a veces se reduce a lo espiritual
siempre aparece cuando la tráquea te abandona
va y desata lo que sea, lo que quiera,
pero de nuevo se fanea
que difícil es no mentirse
siempre cuidando la medida, afinando el daño
sorteando un par de tretas que se irán al caño
mientras el sol me observa cuidando la cosecha
pa sonreír cuando amigos le den mecha
qué será de hoy?
habrá misión?
superstición?
preparo el disfraz de cazador,
y distantes escondidas en las gradas
la misma platea amargada
no busco paz, guerra no hay
cada lección es necesitada
por eso aguantaré las necesarias,
pero entonces vuelo no tan derecho
consciente de lo que no estoy hecho

domingo, 13 de octubre de 2019

Relatos de mi cobardía 1


Es una secuencia que hoy, también predico.
Tengo miedo de seguirme, miedo de encontrarme
o de perderme si lo intento.

Soy mi jardinero desinteresado,
no me despido ni me contrato,
y me entretengo sembrando y regando mis recelos.

Yo también soy el lío, ese purrete que no examina
que corretea y bien patea esos arbustos de trinchera
convocando al desmadre, al bombardeo que me libera.


Yo soy poco riesgo.


Simplemente me anhelo.


Pero existen esos momentos fortuitos sin matices
que devenidos a instantes de mil periquetes
implosionan letal y certero por completo mi aliento.

Entonces todo es nada.
Ya no me percibo, ni me dependo.
Niebla en el destino y me desprendo
dócil y obediente
ipso facto, en otro misterio.


miércoles, 21 de agosto de 2019

ESCOMBROS


Voy cascoteando el rumbo que me apodera
mis pies avanzan, nunca en sentido contrario
pero la tierra que parece cinta mecánica 
como ofendida ante toda esa libertad
me asegura un aventón al pasado.

No hay negocio programado, pero hay soborno
que ni adopto, ni rechazo
solo aguanto el desplome de aquella inercia
tan confortable que te hacía ciego
hervido en un sosiego que no conoce perisferias.

Ya no es tiempo de cadenas, ni tramperas
pero es que reinan condenas para éste albedrío
que se presentan, que ahí van
curtiéndote la piel, cubriéndote de miel
satinando los guantazos que arrebatarán tu estado

pensando
perdido
especulando
indeterminado

Y espero el empujón del miedo
como si yo fuese el señuelo
para atizar mi parte colosal
y así volver a desnudarme,
sacar del armario ese hambre
dejando escombros sin aire,
sin nadie.


.

Avenida y esquina


Botellas rotas
dinamitan avenida y esquina.
Te retan a poder cruzarlas

El viento pone música al suceso
barriendo vidrios estallados
por la fisura, o por algún cuento

En Urquiza no hay atentados
de envases llenos
los atentados se mimetizan
mientras la birra se repliega
y cuando cumple su cometido
la tristeza se convierte en su contenido
que se disfraza de estallido violento
quedando un Monroe minado
dispuesto a no pasar desapercibido

Y ahí nos vimos, sorteando y riendo
poetizando unos segundos con risas
sobre la tumba de otro instante
que quizás, fue de felicidad violenta.

.

domingo, 9 de febrero de 2014



"... de su carcajada desembocaba siempre un contagio, y entonces, algo se transformaba en el espacio, esa contentación de saber que desde ese momento, solo un instante, todo podía ser un poquito mejor para los que la presenciaban, y hasta quizás la sorprendía una pequeña congestión de sonido tronco que lograse asustarlos, pero tan hermoso para mi.
Eso era, la fortuna de haber sido partícipe de un gramo en su alegría que motivaba mi inutilidad. Lograba animar a mis sentidos, sus limites se fugaban mostrándome aromas nuevos, colores extraños y hasta maneras de llorar. Fue cierto que no era de éste planeta, y vino para enseñarnos tantas sensaciones nuevas que algunas daban miedo, como acostumbramos nuestra reacción a cosas desconocidas, pero en su sonrisa todo era claro, no escatimaba felicidad ni su debilidad a las cosas lindas y,.. encima combinaba tan bien con sus ojos.
Su felicidad eran tan fuerte que invadía tu corazón, tanto como sus comisuras caídas que te obligaban al rescate momentáneo; era esa facilidad de entrar a nuestro lugar más privado, recóndito, infinito y desconocido hasta para uno mismo..."

Eso era.